Se retira uno de los grandes. Quizá uno de los talentos más grandes que se ha visto en el fútbol español en todos los tiempos. Un especialista. Para muchos, el mejor del mundo, en su momento, en lo más difícil que tiene el futbol, que es el último pase. Iván de la Peña.
Un producto de la Masía blaugrana, que dio nombre a una quinta conformada por jugadores como Roger, Celades, Oscar o Toni Velamazán, y que apareció en el primer equipo blaugrana tras la desintegración del Dream Team.
Sus características como jugador son la plasmación en lo futbolístico a la bohemia de un genio. El mejor en su especialidad. Pero su anarquía táctica y escaso sacrificio defensivo provocaron que ningún entrenador le diera regularidad en su juego.
Tras dos años maravillosos en Can Barça, la llegada de Van Gaal fue provocando que desapareciera de la alineación titular de manera paulatina. Nada que objetar, puesto que el campeón de liga y copa fue el Barcelona. Pero una pena que este genio no pudiera seguir brillando.
De esa época recuerdo dos grandes goles.
Contra el Betis
Contra el Zaragoza.
Pero su especialidad era el pase. Os presento, a los que no le conozcáis, a Iván de la Peña en estado puro.
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Tras unos años oscuros en la Lazio, Olympique de Marsella y su regreso al club azulgrana en la nefasta época Gaspart, encontró acomodo y estabilidad en el RCD Espanyol. Ahí ha seguido deleitando a todos sus fans con grandes partidos. Su conexión con Tamudo y Luis García le dio al Espanyol grandes éxitos, como la copa del Rey del 2005 o la final de la UEFA en el 2006, perdida en los penalties.
Y siempre tuvo una motivación especial al enfrentarse el FC Barcelona. En la época de Rikjaard, fue capaz de liarla en el Camp Nou marcando dos goles. Uno de ellos, increíblemente, de cabeza.
Gracias Iván por tu futbol.
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